Secretos de belleza

¿Qué es la belleza? Huidizo concepto que muta con los tiempos, cúspide de la pirámide platónica de las ideas, hermana del bien, tan indefinible como cierta, amplía su campo semántico de forma sorprendente con creaciones humanas nacidas de las matemáticas, en su rama estadística concretamente, como la fachada del remodelado edificio del INE. 

Uno de sus secretos de belleza es un secreto a voces (de coro) desde los tiempos de Pitágoras: la armonía, la relación no sabemos si arquetípica o adquirida entre los números y las notas musicales. Si a esto añadimos la estética de las proporciones visuales –como el numerus aureus, que encontramos en la naturaleza y aplicado a la arquitectura desde tiempos remotos– y el sabio uso del color y la tipografía como es el caso, tenemos ante nosotros una obra de arte, tan indefinible a priori como la propia belleza, aunque por supuesto no son conceptos intercambiables. Si las matemáticas están alojadas en el hemisferio izquierdo del cerebro y la experiencia estética en el derecho (poco más o menos), tenemos ante nosotros algo que hace funcionar un número considerable de neuronas de ambos lados. Más que la Nintendo.

Una simple búsqueda en google con los términos art + maths nos da más de 700.000 resultados. Por algo será.