martes, 25 de marzo de 2008

Sobre la simplicidad I


Lo prometido es deuda. Hablamos de simplicidad
Esta es una de las cualidades más deseadas tanto en la vida, como en el arte, el diseño, la tecnología, la literatura, incluso la gastronomía, las relaciones humanas o la decoración, por poner ejemplos obvios. Contrapuesta a la simpleza como sinónimo de tosquedad y falta de sofisticación, es la simplicidad uno de los objetivos más importantes del diseño gráfico porque conduce a la usabilidad, la legibilidad y una más directa comunicación del mensaje. No es por sí sola garantía de nada, pero es condición del buen diseño. (En otro momento hablaremos del antidiseño).
Una de las personas que más saben de simplicidad, John Maeda, ha escrito un libro sobre el tema y enumera diez leyes para conseguirla, que iremos comentando aquí.
La primera ley es: reduce
Parece una obviedad, pero es más complicado de lo que parece: ¿hasta dónde se puede reducir sin perder funcionalidad? Es un proceso meditado y complejo. Un ejemplo claro de este proceso en el terreno de la tecnología lo tenemos en los reproductores de mp3 y es uno de los secretos del éxito de los iPod. Con un número reducido de controles tenemos acceso a tanta o más funcionalidad que en otros aparatos similares, pero esto ha sido un trabajo de reducción desde los controles el primer iPod, según este ensayo del propio Maeda. 
En el campo del diseño gráfico lo podemos observar claramente en la señalética, por ejemplo en señales de tráfico, que deben ser legibles desde gran distancia y circulando a cierta velocidad. Es un trabajo minucioso de ingeniería. Aquí hay que reducir al mínimo y por supuesto sin perder funcionalidad, o podemos perder algo más importante…


2 comentarios:

L o L i T a dijo...

Lo simple es a veces lo mas difícil de imaginar! Yo soy de tendencia complicadora, así que sé de que hablo! ;)

Curioso el artículo de Ferrer.

Un saludo.

Rafa Guerrero dijo...

Un saludo y gracias por tu comentario.

Todos tendemos a ser complicadores, como dices, por eso el trabajo de simplificar es una especialidad cotizada. La realidad es complicada, así que agradecemos encontrarnos artilugios sencillos de utilizar –o poemas que vayan derechos al corazón–…